Salzburgo
Salzburgo, en Austria, es una ciudad preciosa situada al pie de los Alpes y atravesada por el río Salzach. Su nombre, que significa “castillo de sal”, nos recuerda cómo la sal fue durante siglos la base de su riqueza y desarrollo. Esta ciudad, con sus calles y monumentos, ha guardado un pedazo de historia viva desde la época romana hasta hoy.
Durante la Edad Media, Salzburgo creció mucho gracias a su papel como arzobispado, lo que dejó huella en su arquitectura, especialmente en los edificios barrocos que aún hoy podemos admirar. Su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, guarda lugares tan especiales como la imponente Catedral, la fortaleza medieval Hohensalzburg, y el Palacio de Mirabell con sus famosos jardines.
Salzburgo también es conocida por ser la ciudad natal de Mozart, el genio musical, cuya casa se ha convertido en un museo que atrae a muchos visitantes. Además, el Monasterio de San Pedro, fundado en el siglo VII, es uno de los monasterios más antiguos de Europa y conserva una biblioteca con documentos históricos que cuentan siglos de vida religiosa y cultural.
Si visitas Salzburgo en verano, podrás disfrutar del famoso Festival de Salzburgo, un evento que llena la ciudad de música y teatro y que reúne a gente de todo el mundo.
Para quienes viajan desde Viena hacia Santiago, Salzburgo es una parada ideal para descansar, descubrir historia, cultura y espiritualidad. Es un lugar donde puedes sentir la conexión entre el pasado y el presente, el arte y la fe.
Por todo esto, Salzburgo es un punto de encuentro imprescindible para quienes recorren esta ruta.




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