Una Ciudad de Cuento:
El Ratoncito Pérez en Madrid
En pleno corazón de Madrid, entre el bullicio de la calle Arenal y los ecos históricos del Palacio Real, vive —según cuenta la tradición— uno de los personajes más entrañables de la infancia: el Ratoncito Pérez. Aunque muchos lo conocen por recoger los dientes de leche que los niños dejan bajo la almohada, pocos saben que tiene un hogar muy concreto en la capital: una pequeña cajita de galletas ubicada en una panadería, justo en el número 8 de la calle Arenal.
Este simpático personaje cobró vida gracias al escritor Luis Coloma, quien en 1894 recibió el encargo de escribir un cuento para el entonces niño rey Alfonso XIII. En su historia, el Ratoncito Pérez no solo tiene una familia, sino que también visita a niños de diferentes clases sociales, dejando monedas y buenos deseos a cambio de sus dientes caídos. Coloma decidió situarlo en Madrid, convirtiendo así a la ciudad en parte esencial del cuento.
Hoy, ese rincón tiene su propia placa conmemorativa, e incluso se puede visitar una pequeña exposición dedicada al personaje, que rinde homenaje a la fantasía y a la literatura infantil. Más allá de la anécdota, el Ratoncito Pérez es un símbolo de cómo la magia y la historia conviven en Madrid, donde cada calle parece esconder un secreto o un cuento esperando a ser contado.
Madrid no solo es ciudad de reyes y plazas, también es ciudad de cuentos. Y el del Ratoncito Pérez, sin duda, es uno de los más tiernos.