El hombre es un animal que desea y que raramente alcanza un estado de completa satisfacción, excepto durante un corto tiempo. A medida que se satisface un deseo, sobreviene otro que quiere ocupar su sitio. Cuando éste se satisface, pugna otro todavía en el fondo, etc. Es una característica del ser humano, a lo largo de toda su vida, el hecho de que prácticamente esté siempre deseando algo. Nos encontramos, entonces, con la necesidad de estudiar las relaciones de todas las motivaciones en particular, de modo que nos hallamos enfrentados concomitantemente con la necesidad de renunciar a las unidades motivacionales aisladas, en el caso de que queramos establecer el amplio entendimiento que andamos buscando. 

Maslow, A.H.,  Motivación y personalidad, Flamma, Sagitario, 1975, p. 73.