Salmo: Sal 117, 2-4. 22-24. 25-27a – Aleluya Jn 20, 29

Salmo: Sal 117, 2-4. 22-24. 25-27a
R. Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.

Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Diga la casa de Aarón:
eterna es su misericordia.
Digan los que temen al Señor:
eterna es su misericordia. R.

R. Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.

La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Éste es el día que hizo el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo. R.

R. Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.

Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina. R.

R. Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.

Aleluya Jn 20, 29
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

Porque me has visto, Tomás, has creído -dice el Señor-;
bienaventurados los que crean sin haber visto. R.