LA CREACIÓN DEL INSTANTE (MEMORIAS) – DIECIOCHO

LA CREACIÓN DEL INSTANTE
(MEMORIAS)

DIECIOCHO

Aquel cuchillo inofensivo sobre el blanco mantel de papel desmiente su esencia violenta y advierte que es tan sólo un instrumento dócil en las manos suaves o callosas, insidiosas, punzantes o cariñosas de aquellos humanos que lo utilizan en tan diversas circunstancias.

Frente al comensal pensativo, la jarra de agua acristalada se enorgullece de contener a la reina madre de la creación capaz de alimentar contenta y despreocupada vegetales y animales todos, generación tras generación, siglo tras siglo.

En una esquina del comedor universitario, esperando la ensalada de pimientos asados, la pluma vuela por el papel materializando ideas nuevas siempre viejas, y renovando la tarea literaria de observar por dentro ese cosmos inmenso tantas veces oscuro.

En el aparente descanso tras el no menos aparente trabajo, la mente recorre el acontecer coyuntural en alta mar de la tormenta financiera especulativa, y recuerda que lo más importante son las corrientes submarinas, el movimiento lento y testarudo de las aguas profundas: la intrahistoria económica.

Miro, y veo aquel rincón exhausto por la acumulación de enseres que lo aprisionan.

Obelisco hercúleo que se derrumba ante el soplo suave de un infante prodigioso.

Camina cabizbajo buscando cómo intrigar para favorecer los rescoldos de esperanza que anidan en el corazón humano.

Saber aburrirse ante la incapacidad y el error humano provocado por la hiperinflación frenética de la actividad.

Accionar el resorte que pone en marcha el bucle de la sinrazón.

Lesión cadavérica consecuencia del error activo que sobrepasa la proporción armónica de todo ser conformado a su ritmo vital.

LA CREACIÓN DEL INSTANTE
(MEMORIAS)