Sal 71, 1-2. 12-13. 18-19 R. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.
R. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Que los montes traigan paz, y los collados justicia; defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del poder. R.
R. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
En sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R.
R. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol; él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R.
R. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.