Sal 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17 R. Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.
R. Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.
En sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R.
R. Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.
Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R.
R. Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.
Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol: él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R.
R. Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.