Salmo: Sal 39, 7-8a. 8b-9. 10. 17 R. Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios, entonces yo digo: «Aquí estoy». R.
R. Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.
«- Como está escrito en mi libro – para hacer tu voluntad Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas». R.
R. Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.
He proclamado tu justicia ante la gran asamblea; no he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes. R.
R. Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Alégrense y gocen contigo todos los que te buscan; digan siempre: «Grande es el Señor», los que desean tu salvación. R.
R. Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.