Pedro Sánchez enterrando al PSOE

Pedro Sánchez enterrando al PSOE

En este culebrón veraniego postelectoral que nos han montado, sólo hay una cosa cierta y evidente: Pedro Sánchez, hoy por hoy, es ya sólo Presidente del Gobierno en funciones, Presidente saliente. También son en funciones y salientes las Vicepresidencias y todos los ministros, también el de Presidencia. Pedro Sánchez, a día de hoy, es diputado electo con plenos derechos y obligaciones, uno de los 350 diputados electos para la siguiente legislatura. También es, sobre todo -y al menos de momento- Secretario General del PSOE con plenos poderes.

Cuento estas evidencias porque me han sorprendido muchos titulares de todos estos días de serpientes de verano donde se dice que el Gobierno negocia …, o Moncloa acuerda o contacta con el PNV o Sumar o ERC o Junts o Bildu …, o encarga a Yolanda Díaz, o Felix Bolaños … etc.  Supongo que se refieren a que el Secretario General del PSOE y diputado electo da órdenes a personas concretas que negocien o firmen acuerdos con otros partidos. Algunas de esas personas coinciden en que casualmente pertenecen al aún Gobierno saliente y en funciones. Se supone que utilizando los recursos del PSOE y no los del Gobierno de España. Y que prometen o firman acuerdos -siempre legales claro-  en nombre del PSOE y no del  Gobierno de España.

Después de la experiencia de casi cuatro años de Gobierno de coalición con Podemos y los comunistas presidido por Pedro Sánchez, y  con pactos nítidos con luz y taquígrafos con los independentistas PNV, ERC y Bildu nadie puede llevarse a engaño -tampoco los socialistas- de lo que es capaz de hacer Sánchez para ser de nuevo investido Presidente (ahora tiene que contar también con el BNG y sobre todo con un partido de derechas, independentista pero de derechas). Dónde quedan entonces los valores socialistas, el europeísmo y la españolidad del Partido Socialista Obrero Español. Muchos socialistas relevantes estoy seguro que se lo están preguntando en todos estos días. 

Y voy a la cuestión fundamental: no fue Pedro Sánchez el que se coaligó con Podemos sino los más de 100 diputados del PSOE que un día sí y otro también lo apoyaron y sustentaron; no fueron Pedro Sánchez   e Irene Montero los que aprobaron la ley del «sólo sí es sí» sino sobre todo los más de 100 diputados del Psoe que la aprobaron; no fue Pedro Sánchez el que aprobó con los independentistas la triquiñuela de difuminar la malversación y la abolición de la sedición sino los más de 100 diputados del PSOE que lo apoyaron todo, … y así con tantas y tantas leyes, quizás demasiadas, que se aprobaron forzando el calzador hasta extremos inconcebibles. También muchos socialistas piensan que mas bien eran los independentistas y los comunistas los que han gobernado España estos casi cuatro años con los votos de los diputados teóricamente socialistas del PSOE de Pedro Sánchez.

Y ahora, la situación es mucho más grave para el PSOE si sus 121 diputados electos para el Congreso de los diputados se comportan de igual forma. Será un suicidio colectivo ya anunciado del PSOE y del socialismo español incentivado por su actual Secretario General. Porque ahora los 121 diputados electos no tienen el beneficio de la duda que sí tenían los más de 100 diputados socialistas de la legislatura anterior. Porque la cuestión ahora no es que Pedro Sánchez necesite todos los votos de Sumar -y de todos los  integrados en sus siglas (PODEMOS entre otros muchos)- sino también todos los pocos del PNV, de ERC, de BNG, de JUNTS, … etc.  La cuestión en esos días cruciales está en  si todos y cada uno de los diputados del PSOE -que deberían ser los importantes para Pedro Sánchez- agachan la cabeza y ninguno levanta la voz  con valentía ante el funeral del PSOE que se avecina.

El asunto clave no es que  Sánchez necesite el apoyo de tantos partidos distintos, la cuestión clave es la contraria: que el PNV, Bildu, Junts, ERC, BNG y Sumar necesitan el apoyo de los 121 diputados electos del PSOE para gobernar ellos España a través de Pedro Sánchez.

Quedan pocas semanas, muy pocos meses -una vez que el Rey a elegido a Feijóo en primera instancia- para que se consume ese suicidio del socialismo auténtico. Si se cumple ese intento agónico del actual Presidente del Gobierno saliente y en funciones, no será Pedro Sánchez el que entierre al PSOE, serán los 121 diputados electos del Partido Socialista Obrero Español los que le den sepultura. 

En Madrid, a 24 de agosto del año 2023.