Referéndum constitucional para la independencia de Cataluña y País Vasco
Es el momento. Hay que coger el toro por los cuernos. Dejen de marear la perdiz y que hablen los ciudadanos. Es el momento de que el único candidato a Presidente del Gobierno de España plantee un órdago a la grande a todo el independentismo ilegal y anticonstitucional (incluyo entre esos independentismos el de Sánchez y su Psoe).
Quizás es el momento de comunicar -antes a bombo y platillo y ofrecer después en su investidura- un Referéndum Constitucional en toda España para independizar Cataluña y el País Vasco. Independizar no con florituras maquiavélicas y parches rocambolescos ilegales sino con todas las de la ley, reformando la Constitución por los cauces preceptivos. Independencia de verdad, con todas sus consecuencias, con fronteras. Que hablen de estos asuntos todos los españoles del Reino y no sólo Pedro Sánchez y Yolanda Díaz con sus esbirros y unos cuantos dirigentes de dos Comunidades Autónomas. No tiene el candidato que negociar nada con nadie. Simplemente hacerlo.
En los tiempos que corren y en las circunstancias que estamos esto que estoy planteando no es una sugerencia sino que creo firmemente que es una obligación constitucional del ya próximo Presidente del Gobierno fuese quien fuese. Porque el artículo 92 de la Constitución Española vigente dice:
1. Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser
sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos.
2. El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta
del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados.
Sería el primer paso para dar voz a los ciudadanos sobre asuntos de especial relevancia.
Me viene a la memoria aquel otro Referéndum valiente y coherente con la Constitución de Felipe González y aquel otro PSOE para que España entrara a formar parte de la OTAN.
La gente quiere participar en este asunto grave. El pueblo soberano quiere poder ejercer su soberanía que desde el 23 de julio se le está hurtando en tantas y tantas negociaciones ocultas, sin luz y taquígrafos y con el monotema de la autodeterminación y la independencia de dos Comunidades Autónomas. Hasta muchos parlamentarios electos de las filas de Sánchez y de Yolanda Díaz -así como de los partidos independentistas- no saben de la Misa la media de lo que está pasando y de lo que se está negociando. Están en la inopia. Pero llegado el momento tendrán que votar personalmente. Y si su voto es de acuerdo con lo que les dicte su conciencia y distinto al que le indiquen sus jefes con la férrea y amenazante disciplina de voto, les llamarán tránsfugas y corruptos. Alucinante.
Muchos, muchos ciudadanos del resto de España especialmente, están cansados de que en estos últimos cuatro años todo lo que se trata en el Parlamento y se comunica en los noticieros un día sí y otro también haga referencia de una u otra forma a Cataluña y País Vasco. Los votantes del resto de España están hartos de que los dineros de sus impuestos vayan a parar de una u otra forma en proporción mayor a los bolsillos de catalanes y vascos. Que los fondos europeos por mil vericuetos distintos acaben en una proporción mucho mayor en esas dos autonomías. Señor Sánchez están muy cansados. También muchos que -engañados una vez más- votaron al partido que usted está enterrando. Y bastantes del resto de España que dieron su voto al batiburrillo de Sumar -a Podemos, a Mas Madrid, a Compromís etc.- también estén quizás hasta el gorro. Es posible entonces que una mayoría de españoles prefiera independizar Cataluña y Euskadi con todas las de la ley que ser gobernados por Bildu, PNV, ERC y JUNTS a través de Pedro Sánchez y su Psoe durante cuatro años más al menos.
Si los independentistas de todos los colores lo piensan fríamente llegarán a la conclusión de que les interesa abstenerse en la votación de investidura a Feijóo. No tienen nada que perder y sí mucho que ganar. Si en el Referéndum Constitucional sale el SÍ habrán conseguido todo lo que equivocadamente querían. Si sale el NO siempre tendrán la posibilidad de Sánchez en una moción de censura posterior.
Anímese Sr. Feijóo. Coja el toro por los cuernos. Gáneles por la mano. Deje a Pedro Sánchez que siga jugando al yo-yó colgado de la brocha pintarrajeando en el vacío sus delirios de grandeza.