Zamagni, Stefano, Heterogeneidad motivacional y comportamiento económico

El hecho es que personas con disposiciones virtuosas, actuando en contextos institucionales en los que las reglas del juego son forjadas a partir de la presunción del comportamiento autointeresado (y racional), tienden a obtener resultados superiores respecto a los obtenidos por sujetos movidos por disposiciones egocéntricas. Un claro ejemplo: piénsese en las múltiples situaciones descritas por el dilema del prisionero. Si juegan sujetos no virtuosos –en sentido especificado supra- el equilibrio al que llegan es siempre un resultado suboptimal. Si en cambio quienes juegan son sujetos que atribuyen un valor intrínseco, es decir, no solo instrumental, a lo que hacen, el mismo juego conduce a la solución óptima. Generalizando, el hecho es que el sujeto virtuoso que opera en un mercado que se rige por el solo principio del intercambio de equivalentes «florece» porque hace lo que el mercado premia y valora, incluso si el motivo por el que lo hace no es la consecución del premio. En este sentido, el premio refuerza la disposición interior, porque hace menos «costoso» el ejercicio de la virtud.

Zamagni, Stefano, Heterogeneidad motivacional y comportamiento económico. Inst. de Investigaciones Económicas y Sociales «Francisco de Vitoria» (Madrid: Unión Editorial, 2006), pp. 71-72.