COMPETENCIA ARMÓNICA

Creo que conviene escuchar y aprender de los filósofos. Hasta los economistas tenemos que atender sus reflexiones sin caer en la tentación de pensar que estamos perdiendo nuestro escaso y preciado tiempo al tratar de entender sus discursos. De forma preconcebida los arrojamos a las tinieblas del mundo especulativo que creemos alejado de la realidad empírica, pitagórica e interesada que nos rodea. Los situamos en las nubes metafísicas cuando quizás sea al revés.


En dos ocasiones distintas escuché a un Catedrático de Filosofía, Rafael Alvira, explicar que la verdadera economía y la actividad de los distintos agentes económicos no era un asunto deportivo, agresivamente competitivo, sino que era más bien una cuestión de musicalidad, de armonía creadora. Es decir que filosofaba sobre la cuestión aparentemente nimia y bizantina de si la Economía debía ser una cuestión musical o deportiva.

No cabe la menor duda que nos encontramos en una sociedad donde predomina lo deportivo, la competitividad, la lucha, la agresividad, la velocidad, el triunfo rápido y avasallador. El fin de la estricta competencia es el ganar, la ganancia. La forma pura de la competencia es la fuerza. En ese sistema abierto y desequilibrado destaca esa concepción guerrera que lucha para abrirse un espacio en favor propio, para adquirirlo. Aunque en el mercado existan reglas y árbitro, si la filosofía de fondo de los participantes es radicalmente egoísta hay una tendencia innata a saltarse las reglas y a corromper al árbitro. Si la filosofía predominante es salvajemente competitiva la corrupción es inevitable y se amplia desde el momento en que los particulares y las empresas no se ocupan de las demás personas, de lo social. Alguien tendrá que hacerlo por ellas. En tanto en cuanto el mundo empresarial se ocupe sólo de la competencia, acumula trabajos sociales cada vez mayores sobre el Estado que se convierte en gran empresario monopolizante de lo social, legislador y árbitro al mismo tiempo. Pero como el Estado tiene que saber que vive del esfuerzo de las empresas privadas y de los trabajadores que trabajan, es fácil que aparezca el chantaje de los grupos o grupúsculos de presión. Puesto que pagan, tanto la empresa privada como los distintos grupos de contribuyentes por ejemplo, procuran que les traten lo mejor posible y, como el político triunfador tiene muchas cartas en la mano, es prácticamente imposible evitar la corrupción creciente.

Frente a la pura competencia aparece la colaboración y la cooperación. La forma pura de la cooperación es la armonía, que tiene mucho que ver con la música. La armonía se da siempre en un sistema donde no hay estridencias ni desequilibrios drásticos sino que todos los actores realizan su peculiar función de forma coordinada en orden a la perfección del resultado conjunto. Frente a los caracteres agresivos la cooperación precisa caracteres pacientes. Lo que es necesario hacer y ensayar es que cada elemento mejore en su función propia y con respecto a los otros. Es necesario organizar libre y coordinadamente. Unir lo diverso armónicamente. El mercado tiene mucho también de coordinación, de cooperación, de armonía. La división del trabajo por ejemplo es imposible sin cooperación. Muchas veces las notas disonantes y más estridentes provienen de la intervención desmesurada, homogénea y monopolizante del Estado.

La salida viable está en la responsabilidad social de la iniciativa privada, en que los empresarios piensen en términos cooperativos y competitivos a todos los niveles. Para competir adecuadamente en un nivel más elevado se necesita mayor cooperación en el nivel anterior y para poder competir de verdad hay primero que ser competente.

Para el profesor Alvira tiene que surgir un nuevo management y un nuevo manager, que sintetice la prudencia política clásica (más bien volcada hacia la cooperación) con la habilidad para manejar los procesos de cambio, y que tenga una visión global de la sociedad. La cooperación se da ya y necesariamente en la economía en general y en el mercado en particular. Todo el problema está en la filosofía, el espíritu, con que ella se realiza. La clave está en que los empresarios sean más cooperativos hacia dentro para ser más competitivos hacia afuera y para que no les tenga que forzar a ello el Estado. Quién diría que para ser buenos empresarios hay que convertirse en doctos expertos en dirigir la Sinfónica de Viena. Vivir para ver, oír y aprender.

A NEW VISION OF WORK 

A NEW VISION OF WORK  The big revolutions in ideas, attitudes and in behaviours are not demonstrated with uproar and deafening clamour, but rather they go slipping secretly through the social weave raising quiet and loyal support that ends up transforming society almost without us realizing. One of those peaceful revolutions is the one concerning… Seguir leyendo A NEW VISION OF WORK 

Atrévanse a dar libertad de voto y a votar en secreto

Atrévanse a dar libertad de voto y a votar en secreto No sólo el Grupo parlamentario del PP y el del PSOE. Atrévanse a votar en secreto y a dar libertad de voto en la investidura de Feijóo -y si llegara el caso en la de Sánchez- todos los grupos parlamentarios. También VOX, JUNTS, ERC,… Seguir leyendo Atrévanse a dar libertad de voto y a votar en secreto

ENCASILLAMIENTOS Y ENCASTILLAMIENTOS

Permítanme que por una vez no escriba, aparentemente, de cuestiones económicas. A pesar de lo que se publica, y contemplando los hechos y las actitudes reales, no parece que vivamos en una sociedad flexible, abierta, tolerante y secularizada, sino que mas bien parece que todos los cualquiera que pasean por nuestras calles y habitan los vecindarios tienen a gala continuar la medieval costumbre inquisitorial de poner el San Benito. Continuamente nos dedicamos, casi sin darnos cuenta, a encorsetar rígidamente a los demás con sambenitos de los que las víctimas difícilmente podrán deshacerse. Sustituimos lo sustancial por lo puramente accidental, el contenido por el continente, lo permanente por la mera anécdota, lo importante por lo circunstancial, la persona por la función. Encasillamos a la gente con múltiples camisas de fuerza que nos aprisionan, y desfiguran el aire original que cada uno tiene. No somos ya quien somos, sino que, por circunstancias accesorias, los convencionalismos nos convierten en blancos o negros; en los del norte o los del sur; en trabajadores o empresarios; en machistas o feministas; en consumidores o productores; en vascos, catalanes, aragoneses, andaluces, bosnios, canadienses, mestizos,  españoles, mejicanos, peruanos, chilenos, chinos o japoneses; en gordos o flacos; en rubios o morenos; en ricos o pobres; en cristianos, judíos o musulmanes; fumadores o no fumadores; de derechas o de izquierdas; etc. No sólo sustituimos la personalidad radicalmente inimitable por algún accidente o por alguna función, sino que, a continuación, formamos piña masificada con lo accidental, lo idolatramos hasta cotas insospechadas, nos encastillamos, y nos enfrentamos violentamente con los grupos opuestos haciendo realidad cotidiana las más sangrientas luchas tribales en este siglo XXI.

          Leía hace poco unos estudios científicos antropológicos donde se demostraba que todo el género humano desciende de una sola mujer. Todos somos indígenas esparcidos por el mundo. ¡Cuándo nos daremos cuenta, y actuaremos en consecuencia, que todos estamos en el mismo barco y que todos hacemos falta! ¡Cuándo reconoceremos la dignidad igual e infinita de todos los cualquiera que se entrecruzan en nuestro pensamiento habitual y en nuestros ojos carnales o audiovisuales! ¡Cuándo descubriremos que los intercambios voluntarios de bienes y servicios, como la comunicación a través del lenguaje conciliador, son fenómenos de suma positiva donde todos los que participan salen ganando y ninguno se empobrece, haciendo realidad lo que los economistas llamamos mejoras de Pareto!

          Adaptarse a la realidad no es encasillarse en normas rígidas y deterministas. La realidad no es monolítica ni dogmática, sino flexible y libre en tanto en cuanto máximamente libre es quien la ha creado. No podemos ni debemos intentar dar vida auténtica a los entes de razón, a las clases sociales, a los grupos y gropúsculos, a las funciones. No existen militares, tutsis, judíos, políticos, palestinos, periodistas, pescadores, financieros, liberales, socialistas, indios o americanos. Existen fulano y zutano, mengano y perengano con sus fulanadas y sus menganadas. Un liberal no es igual a otro. Un socialista es distinto de otro como distinto es el forofo del Madrid y el vecino en la grada también admirador blanco. Ni siquiera uno mismo piensa igual hoy que ayer o antes de ayer.

          Quizás convenga decirlo bien alto: yo no soy, siéndolo, ni liberal, ni valenciano, ni madrileño, ni español, ni economista, ni profesor, ni creyente, ni casado, ni blanco ni moreno. Cada uno es el que es y punto. Ni más ni menos que ciudadano del mundo. Yo soy el ignorante que soy y cada uno es el que es. Para identificarme basta con el nombre. También los apellidos que resaltan y orientan la ascendencia y proyectan el futuro humano. Hijo de mis padres, padre de mis hijos y abuelo de mis nietos, marido de mi mujer.  Quiero ser, y soy, un desconocido   integral que pide continuamente algo tan sencillo y tan inmensamente productivo para todos: ¡¡¡PAZ!!! ¡¡¡PAZ!!! ¡¡¡PAZ!!! ¡¡¡PAZ JUSTA!!!

«ANATOMíA DE LA CRISIS»

«ANATOMíA DE LA CRISIS»           Aunque cada conjunto de circunstancias que caracterizan una situación económica concreta es radicalmente original e irrepetible, conviene de vez en cuando sobrevolar el análisis coyuntural que nos atenaza, para contemplar el presente de cara al futuro con la perspectiva histórica que da la experiencia pasada. Si la economía tiene, respecto… Seguir leyendo «ANATOMíA DE LA CRISIS»

LA CARCOMA ESPECULATIVA Y FRAUDULENTA

          Mientras realizaba una lectura profesional me encontré por casualidad con algunos comentarios incisivos y clarificadores que, ante la avalancha de noticias preocupantes en los últimos tiempos, concentradas en el mundo del negocio fácil y del fraude por informaciones y poder privilegiados,  no he podido resistir la tentación de transcribir. Es preciso y urgente que todos hagamos examen de conciencia sobre las repercusiones que tales conductas pueden ocasionar en la credibilidad y potenciación del sistema económico general. No sólo del sistema financiero.

          Se trata de la obra crucial de John Maynard Keynes,  no catalogable precisamente como liberal, titulada «Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero» Publicada por primera vez en 1936. Allí se explica que el estado de confianzaes un asunto al que los hombres prácticos conceden la atención más estrecha y preocupada siendo uno de los principales entre los factores que determinan la eficiencia marginal del capital, que es igual que la curva de demanda de inversión.

          Más adelante distingue entre el espíritu de empresa y la especulación. La palabra empresa o espíritu de empresa se reserva para la tarea de prever los rendimientos probables de los bienes por todo el tiempo que duren. La especulación en cambio se da cuando alguien que compra una inversión está poniendo sus esperanzas, no tanto en su rendimiento probable como en un cambio favorable en las bases convencionales de valoración. A medida que mejora la organización de los mercados de inversión, comenta también Keynes, aumenta el riesgo del predominio de la especulación.

          Tras definir estos conceptos Keynes escribe: «El objeto real y particular de la mayor parte de las inversiones de los expertos, hoy día, es «ganar la delantera» (to beat the gun), como dicen los norteamericanos; ser más listo que el vulgo, y encajar la moneda falsa o que se está depreciando a otra persona»   Más adelante se puede leer: «Los especuladores pueden no hacer daño cuando sólo son burbujas en una corriente firme de espíritu de empresa; pero la situación es seria cuando la empresa se convierte en burbuja dentro de una vorágine de especulación. Cuando el desarrollo del capital en un país se convierte en subproducto de las actividades propias de un casino, es probable que aquél se realice mal.»

          Embarcados siempre en el gran reto de competitividad a nivel mundial, huelgan comentarios.

LA LIBERTAD DE LA ECONOMÍA HUMANA

LA LIBERTAD DE LA ECONOMÍA HUMANA La vida humana está siempre encadenada a la libertad. Necesaria y continuamente tiene que elegir entre un amplio abanico de alternativas variopintas ya que cada  persona es un universo de vivencias experimentadas, un cosmos original de interpretaciones de la realidad circundante en todos y cada uno de sus instantes… Seguir leyendo LA LIBERTAD DE LA ECONOMÍA HUMANA

LA SOLIDARIDAD ES COSA DE CADA CUAL

             Desde que me contaron que el dinero ilegal ya no se llama dinero negro sino de otra forma que ya no desvelaré, he decidido no insistir demasiado en el tema de la corrupción. Empieza a oler tan mal que produce náuseas y miedo a las epidemias contagiosas.           El agigantamiento,… Seguir leyendo LA SOLIDARIDAD ES COSA DE CADA CUAL

SUR LE CONCEPT DE DEVÉLOPPEMENT

SUR LE CONCEPT DE DEVÉLOPPEMENT Il convient de répéter que la valeur économique, comme relation, est une ordonnance d’une chose à une autre. Une ordonnance,  en définitive, d’une chose à l’homme, à ses besoins, à ses objectives. La valeur de quelque chose ne doit pas être autre que celle de se diriger à son terme… Seguir leyendo SUR LE CONCEPT DE DEVÉLOPPEMENT