Categoría: CAPÍTULOS DE LIBROS DE ECONOMÍA, DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA
TRABAJO EN RED Y PRODUCTIVIDAD TECNOLÓGICA CRECIENTE
Índice
1.- El trabajo humano como acción e interacción complementaria.
2.- Los instrumentos de capital que potencian la capacidad transformadora del trabajo humano.
3.- Variedad complementaria del trabajo y de los bienes de capital.
4.- Productividad tecnológica creciente.
[1] Este ensayo breve forma parte del capítulo II del libro Expansión microeconómica en red pendiente de publicar.
TRABAJO EN RED Y PRODUCTIVIDAD TECNOLÓGICA CRECIENTE
CAPÍTULOS DE LIBROS DE ECONOMÍA, DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA
FONDEMENTS DE LA VALEUR ECONOMIQUE – FUNDAMENTOS DEL VALOR ECONÓMICO
CHAPITRE V. – L’UTILITE : CAUSE SUBJECTIVE FINALE.
Bref corollaire des premières théories sur la valeur.
- La renaissance des théories subjectives de la valeur.
- L’incorporation des causes finales à la théorie sur la valeur.
- Influence des causes finales subjectives à la cause efficiente.
- Influences des objectifs subjectifs de l’être humain sur l’activité économique.
- Dérivations postérieures de la théorie sur la valeur au sens subjectif.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y COMPETENCIA
ÍNDICE
1.- Voto particular en el informe de la concentración sogecable/vía digital c 74/02
2.- Competir y «ser competente»
3.- Competencia armónica
La productividad del mestizaje natural en redes múltiples interactuantes – Capítulo 6 – Redes y productividad en la Naturaleza
Redes y productividad en la Naturaleza Capítulo 6 La productividad del mestizaje natural en redes múltiples interactuantes. Como se ha dicho en el apartado anterior el cambio no es un pasar radical del no-ser al ser, sino el tránsito de un sujeto con determinadas características desde un estado de ser a otro distinto. Mediante el… Seguir leyendo La productividad del mestizaje natural en redes múltiples interactuantes – Capítulo 6 – Redes y productividad en la Naturaleza
Capítulo I – Economía política en libertad. Principios. – Apartado 1 – Economía Política
CRISIS ECONÓMICAS Y FINANCIERAS. CAUSAS PROFUNDAS Y SOLUCIONES Capítulo I ECONOMÍA POLÍTICA EN LIBERTAD. PRINCIPIOS. APARTADO 1 Economía Política El nombre de Economía Política es empleado por primera vez en 1615 por Antoyne de Montchrétien para referirse a una ciencia eminentemente normativa encaminada a dar un criterio de actuación al hombre de Estado, y en… Seguir leyendo Capítulo I – Economía política en libertad. Principios. – Apartado 1 – Economía Política
Imposibilidad del control eficaz gubernamental en la sociedad plural. – Apartado 2 – Capítulo VII – Justicia y Economía
JUSTICIA Y ECONOMÍA. Capítulo VII Limitaciones a los gobiernos y a los Estados desde la Ley Natural Apartado 2 Imposibilidad del control eficaz gubernamental en la sociedad plural. Aquella sociedad plural que Hayek añoraba y que con más o menos perfección se hizo realidad en algunas naciones libres en momentos puntuales de la historia de… Seguir leyendo Imposibilidad del control eficaz gubernamental en la sociedad plural. – Apartado 2 – Capítulo VII – Justicia y Economía
La prioridad del trabajo humano sobre los bienes materiales
El trabajo (causa eficiente) es prioritario al producto (causa material), puesto que éste no podría ejercer su influjo causal sin el previo ejercicio del trabajo. El ser humano es el principio del que fluye primariamente cualquier acción que hace que algo sea más valioso en términos económicos.
Incluso la misma metodología general del trabajo resulta influenciada por esa intelectualidad humana, que es capaz de captar los fines y descubrir los medios idóneos para esos fines. No se puede aplicar la misma metodología a un país escaso en población y con recursos materiales abundantes que a un país superpoblado y pobre en riquezas naturales. Es absurdo aplicar a este último, como en repetidas ocasiones se hace,
sistemas tecnológicos y de desarrollo económico que buscan la economización del trabajo y que, sin embargo, son indiferentes al gasto de recursos materiales. Esa metodología, que es apropiada en el país escaso en población y rico en recursos, no se puede trasladar sin más al otro como si fuese la más eficiente. Las políticas de desarrollo
tienen que contar, para sus lineamientos esenciales, especialmente con el factor trabajo humano, con el capital humano concreto y determinado de la región a desarrollar, con su idiosincrasia particular, con sus virtudes y sus limitaciones. El capital físico de un país no es el decisivo; el decisivo es el capital humano. Hay ejemplos patentes en la economía mundial de países pobres en recursos naturales que, por impulso de su capital humano, han conseguido alcanzar altas cotas de desarrollo. Existen también, a la inversa, países y regiones geográficas con gran riqueza de recursos naturales físicos que se encuentran en etapas de subdesarrollo económico.
El trabajo humano está por encima de la infraestructura material en todos los órdenes económicos que consideremos: economía doméstica, empresa, región, país. Entre las causas de la pobreza, los factores materiales son secundarios; las causas más importantes son inmateriales y radican en deficiencias en la educación, cultura y organización.
En el ámbto empresarial se observa también un cambio positivo hacia una consideración mayor del capital humano. El director de empresa no es ya la persona que es capaz, simplemente, de combinar factores de producción en unas circunstancias tecnológica y económicamente óptimas, presuponiendo unos datos fijos y necesariamente establecidos. El considerar el trabajo como un factor fijo y convencional, semipasivo también como la materia, es algo que ya no resulta apropiado en el contexto de la función empresarial actual, que precisa imaginación creativa en la búsqueda de los fines de su actividad y capacidad de idear y de realizar en todos los individuos que componen dicha organización. El «software humano» es el que en definitiva alimenta y vivifica el «hardware» puramente material de la empresa. El balance de cualquier organización económica no es posible hacerlo con referencia a la producción física simplemente, sino que la característica más importante a resaltar para hacer ese balance es la capacidad humana de trabajo actual y especialmente de trabajo futuro que permita la continuidad creciente de su actividad. La valoración más importante en toda organización económica es aquella que se fundamenta en las capacidades operativas de las personas que forman parte de esa organización. Las políticas de desarrollo regional deberían ajustarse a esta realidad de la causación del valor y, teniendo en cuenta la virtualidad de la causa eficiente, cambiar conscientemente la estrategia general haciendo un mayor hincapié en las personas que en las mercancías.
Generalmente sucede lo contrario: el prejuicio economicista hace su aparición y se construyen modelos altamente complejos que incorporan abstracciones tales como el PNB, el ahorro, la inversión en capital fijo, las importaciones, el ritmo de exportaciones, etc., que representan a los productos materiales, dejando arrinconado en un parámetro genérico y cuantitativo de «población» el capital humano. No sólo se le arrincona, sino
que, cayendo en una contradicción inadmisible, se le culpa del posible fracaso del modelo de desarrollo. El modelo que incorporaba las variables antes enunciadas era perfecto, pero la población, considerada simplemente como divisor, al crecer desmesuradamente, lo ha hecho fracasar. Los modelos de desarrollo necesitan considerar variables y causas del crecimiento más humanas, más acordes con el reconocimiento del trabajo humano como causa eficiente del valor económico.
Parafraseando afirmaciones que se aplican generalmente a la importancia de la acumulación de capital físico, considero que se pueden referir, e incluso con mayor propiedad, al capital humano:
«El capital es el futuro. Es la provisión para los riesgos, las incertidumbres, los cambios y los trabajos de mañana. No es un coste presente, pero es ciertamente un coste. Una economía que no acumule suficiente capital para cubrir sus futuros costes es una economía que se condena a sí misma a la recesión y a una crisis continuada, la crisis de la stagflation». 17
Por su parte, Hayek señalaba que «la circunstancia de que los pueblos occidentales dispongan de más riqueza que los demás países tan sólo en parte es debida a una mayor acumulación de capital (físico). La primacía se la ha dado principalmente la utilización más efectiva del conocimiento». 18
Esa prioridad del hombre sobre la naturaleza no le da carta blanca de explotación abusiva. Como ya veíamos en el capítulo anterior, ambos están interesados en la misma tarea. Si la preponderancia del hombre se hace agresiva, el hombre mismo es el que sale perdiendo. Su relación es de dominio amable y fecundo. De hecho, el sentimiento de respeto y consideración hacia la naturaleza es un componente natural e implícito en toda actitud habitual de respeto hacia los demás.
Para que el trabajador logre su efecto de acrecentar el valor, se requiere que domine el producto y no que éste le domine a él. El «ambiente» de trabajo en el que de modo práctico quede patente una adecuada filosofía del trabajo, según la cual el dominado sea la mercancía y no el trabajador, se presenta cada vez como más importante para la eficacia de la producción. La automatización puede humanizar ese ambiente liberando al hombre de tareas puramente físicas o mecánicas, rutinarias, pero la tecnología moderna, en ocasiones, ha privado al hombre de un trabajo creativo, útil, hecho con sus manos y su cerebro, al exigirle un tipo de tarea fragmentada, especializada, más rutinaria si cabe. 19
El desplazamiento del trabajo desde el sector primario al secundario, y especialmente del secundario y primario al terciario, está posibilitando otra tendencia que se observa en las economías más desarrolladas y que se relaciona directamente con esta necesidad de ambiente humano en el trabajo: se potencia cada día más el trabajo autónomo (por cuenta propia), e incluso el trabajo en el hogar. En lugar de ser las personas quienes tienen que desplazarse allí donde se encuentre el trabajo, es éste el que tiende a volver allí donde están las personas. La informática y las comunicaciones hacen factible esta tendencia. 20
El trabajo aumenta su valor si nos permite expresarnos, si es un medio para materializar nuestras energías creativas, si está bajo nuestro control y no es el trabajo, la mercancía o la máquina quien nos controla a nosotros mismos. Los beneficios en términos de producción física de la industrialización quedaron mermados notablemente por la tendencia a convertir a la gente en autómatas humanos. Schumacher distinguía entre herramientas, que son los sirvientes de la humanidad -amplían su campo de acción y su capacidad-, y las máquinas, que son nuestros amos, obligándonos a trabajar a su ritmo, a adaptarnos a sus exigencias, a acudir allí donde estén. Lo importante es convertir los útiles de trabajo en herramientas, pero no maquinizarnos.
El trabajo es la causa motriz en la creación del valor, transmite al producto algo suyo, algo humano por tanto, que se encuentra ya incorporado en el producto final. El trabajador transmite al producto a través de la acción del trabajo algo semejante a sí, aunque distinto e inferior. El trabajador es causa análoga del producto final. El hombre puede producir bajo la dirección de su entendimiento y de su voluntad efectos humanizadores diversísimos.
La actividad del trabajo humano, por ser éste libre, produce su efecto con dominio sobre la operación, pudiendo producirlo o no en virtud de una decisión. El trabajador, por ser causa libre, tiene dominio sobre el fin que se propone, ya que lo tiene que conocer y tendera él con su voluntad. La acción del trabajo no está determinada necesariamente, puede actuar o no, actuar de un modo o de otro. Siempre hay un riesgo en la delegación de facultades, porque el trabajador es causa libre y no es posible prever con certeza cuál será su actuación.
La riqueza interior del trabajador se despliega en el conjunto de acciones que constituyen su trabajo. Mediante el trabajo humanizamos aquello sobre lo que actuamos. El grado de humanidad del que trabaja es transmitido al producto de su acción. Cuanto mejor es el trabajador más posibilidad tiene de crear valor mediante su actividad. Desplegarán una mayor y más honda actividad en la medida en que sean hombres de modo más pleno. Cuanto mejor sea el actor en el mundo del trabajo mejor será su labor. De ahí la importancia cada vez mayor que se descubre tras el concepto de capital humano.
La naturaleza humana se manifiesta principalmente a través de su obrar. El ejercicio de las operaciones racionales y voluntarias necesarias en todo trabajo humano ponen de manifiesto su espiritualidad. Aunque el producto del trabajo siempre es atribuible al sujeto que actúa, éste lo hace a través de sus distintas facultades, de sus distintas capacidades. Esta diversidad de facultades está complementada; unas se influyen a otras en el actuar. El mejoramiento de estas facultades, tanto individualmente como en sus complementarias, es el fin de las inversiones en capital humano: la capacitación profesional.
La economía es también normativa, porque es una actividad humana en la que el capital humano, cada vez más notoriamente, es el principal recurso, el esencial. Por tanto la economía necesita ordenar, organizar ese capital humano, ordenarlo con idoneidad, es decir normativamente. Esa norma, ese deber ser del trabajo deriva de la realidad positiva de cómo es la naturaleza. La economía positiva nos lleva a la economía normativa. Si las cosas y el hombre son de tal o cual forma, y queremos conseguir tales fines, debemos actuar así o asá.
El peligro del economicismo, que consiste en mirar la eficacia de la acción humana exclusivamente en cuanto ésta es capaz de producir más y mejores mercancías prescindiendo de cualquier otro valor personal de esa acción, nos lleva a olvidar la conveniencia de incrementar, a través de la misma acción, la humanidad del sujeto trabajador que permitirá una mayor eficacia cualitativa en trabajos posteriores.
Es un reduccionismo economicista juzgar un trabajo exclusivamente por los productos; hay que valorar también el mejoramiento o empeoramiento del propio sujeto trabajador. No basta con mirar las consecuencias del proceso productivo en cuanto a los productos terminados. Cada vez, la empresa precisa observar las consecuencias de ese mismo proceso sobre los agentes que intervienen en él. La riqueza material de una empresa es secundaria con respecto a la riqueza en capital humano. El componente de organización humana se está descubriendo como el recurso decisivo para los buenos resultados empresariales y para su continuidad a lo largo del tiempo.
La diversidad cada vez mayor de actuaciones especializadas implica la imposibilidad de gestionar los intereses del grupo empresarial sin una mayor valoración del componente humano. Las actividades técnicas de la empresa están sustentadas por relaciones humanas, y sobre éstas, cada vez más, hay que incidir.
Se está produciendo un desplazamiento del capital material al capital humano y, dentro de éste, del componente puramente físico al más intelectual y creativo, al más libre.
La dirección no consiste ya en una pura función de ordeno y mando que requiere una actitud totalmente neutra y funcionarial del subordinado. Las relaciones empresariales requieren ya diálogo e intercambio de información en orden a la consecución de los
mismos fines comunes. Cada vez más, en el ejercicio directivo, hay que contar más con el intelecto y la libertad creativa de quien obedece, pero que obedece inteligentemente. El cumplimiento de los grandes objetivos se concreta a través de órdenes, pero órdenes que han de encomendarse a otros sujetos, también libres, y, por lo tanto, la gerencia implica un juego de libertades que han de coordinarse. El que dirige tiene que hacerse entender, no basta con dar la orden. Tiene que ser entendida para llegar a realizarse.
El subordinado no se limita a una actuación maquinal, semi pasiva; se requiere que se incorpore al sistema de decisiones y pueda tomar sus libres y creativas decisiones en su ámbito particular para mejor cumplir los objetivos del ámbito general. Mejorar la organización del trabajo no consiste exclusivamente en pagar más al trabajador por su simple eficacia productiva en términos economicistas, sino aproximarse a un modelo funcional, más humano, y por lo tanto libre e inteligente, en el que los distintos individuos manden y obedezcan alternativamente mejorando los productos y ellos mismos en su trabajo.
Si a esta dualidad de objetivos y funciones del trabajo añadimos el hecho, que estudiaremos en capítulos posteriores, de que la empresa se dirige a conseguir un mejor servicio para sus clientes potenciales, podemos adelantar ya la triple función que el trabajo consigue en cuanto causa eficiente: humanizar la materia, humanizarse a sí mismo en esa tarea y humanizar a las personas hacia las que se dirige dicha actividad. Mejorar el valor de la materia, tratando de mejorar el valor de los patrimonios ajenos y mejorando así el valor del propio patrimonio humano.
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17 DRUCKER, op. cit., p. 11. .
18 HAYEK, Los fundamentos de la libertad, Unión Editorial, Madrid 1975, p. 73.
19 SCHUMACHER, Lo pequeño es hermoso, Hermann Blume, Madrid 1978, p. 133.
20 HANDY, El futuro del trabajo humano, Ariel, Barcelona 1986, p. 106.
Justicia y Economía en Francisco de Vitoria, Domingo de Soto y Tomás de Mercado. Proyecciones y paralelismos actuales en Friedrich A. Hayek. Una interpretación y aproximación.
Título resumido:
HAYEK Y LA ESCUELA DE SALAMANCA
José Juan Franch Meneu
17.09.2004
ÍNDICE GENERAL
AGRADECIMIENTOS
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I
CONTEXTOS HISTÓRICO E INTELECTUAL DEL SIGLO XVI Y DEL SIGLO XX EN LA ÓRBITA ESPAÑOLA Y EUROAMERICANA MUNDIAL
1.- Breves rasgos descriptivos del contexto histórico de la España del siglo XVI
2.- Algunas referencias biográficas y contexto intelectual del siglo XVI
2.1 Francisco de Vitoria
2.2 Domingo de Soto
2.3 Tomás de Mercado
2.4 Contexto intelectual del siglo de Oro español
3.- Hayek. Rasgos biográficos y características del contexto histórico e intelectual.
CAPITULO II
LEY, JUSTICIA, LEY NATURAL
1.- Sobre la ley, la justicia, el derecho y el bien común.
2.- El imperio –libre y voluntario en el hombre- de la ley eterna.
3.- La fundamentación de la justicia y el derecho en la ley natural.
4.- El intento de ocultación y destrucción de los cimientos universales de la ley natural y la derivación matemático-cientifista de la economía.
5.- La reconstrucción laica actualizada de los principios que subyacen en el reconocimiento de la ley y el derecho natural en Hayek.
CAPÍTULO III
LA FUERZA ESTIMULANTE Y CREATIVA DE LA PROPIEDAD PLURAL CLARIFICADA. EL ORIGEN.
1.- Sobre el origen del principio nuclear de la propiedad privada.
2.- El despliegue patente y constante de la propiedad plural en los pueblos a lo largo de la historia.
3.- El estímulo creativo del cuidado y acrecentamiento de la propiedad.
4.- Necesidad de clarificación de la propiedad para poder intercambiarla y mejorarla. Propiedad de bienes inmateriales.
5.- De la empresarialidad como tensión innovadora que descubre cómo prestar un mejor servicio.
6.- La clarificación de la propiedad hace posible la contratación para intercambiar.
CAPÍTULO IV
EL DESPLIEGUE ENRIQUECEDOR DE LA ECONOMÍA LIBRE DE MERCADO
1.- Desde la propiedad a la necesidad del intercambio dada la indigencia personal individual. La perenne vigencia de la actividad comercial.
2.- Los efectos multiplicadores del intercambio libre sobre los participantes.
3.- Sobre cómo se advierte la conveniencia de la especialización y la diversificación plural.
4.- De cómo los precios facilitan y aceleran los intercambios y hacen posible una mayor especialización y alargamiento y diferenciación de los procesos productivos.
5.- Los precios y el dinero como guías para la acción económica personal y colectiva.
CAPÍTULO V
ECONOMÍA Y DERECHO DE LA COMPETENCIA COMO MANIFESTACIÓN DEL PRECIO JUSTO
1.- Sobre el derecho de la competencia a la luz de Tomás de Mercado.
2.- La defensa y promoción actual de la competencia en la Unión Europea y en España.
3.- La visión hayekiana estimulante de la competencia como descubrimiento innovador incesante.
CAPÍTULO VI
LA EXIGENCIA CONTINUA DE LA MORAL PERSONAL EN LA ECONOMÍA LIBRE DE MERCADO.
1.- La armonía de dar a cada uno lo suyo desde la libertad.
2.- La continuidad en la práctica de la justicia en todo el conjunto moral de las acciones humanas.
3.- La sinergia armónica de los hábitos morales en la evolución del desarrollo económico de la civilización.
4.- El ahorro y la inflación.
5.- Sobre el juicio moral de la especulación.
6.- La teoría del ciclo hayekiana.
7.- Teoría del desenvolvimiento ético y moral buscando la excelencia. Una interpretación.
CAPÍTULO VII
LIMITACIONES AL GOBIERNO Y AL ESTADO DESDE LA LEY NATURAL
1.- La ley natural orienta y limita la actuación de gobernantes y legisladores.
2.- Imposibilidad del control eficaz gubernamental en la sociedad plural.
3.- La ley natural y la coacción desde los colectivos y las mayorías idolatradas. Los límites de la democracia.
4.- Libertad desde la ley natural versus coacción estatal. Impuestos.
CAPITULO VIII
SOBRE LA EFICACIA COORDINADORA UNIVERSAL DE LA LEY NATURAL
1.- La ley natural se despliega desde la conciencia presente en el mundo interior de la persona humana.
2.- La teoría hayekiana de la información diseminada. Especial relevancia en nuestra era de la informática y las telecomunicaciones.
3.- Teoría del conocimiento. El motor humilde de la economía libre que desde el reconocimiento de la ignorancia busca la verdad siempre nueva.
4.- La verdad de la ciencia.
5.- La Ley Natural transmite unidad en la diversidad coordinando el sistema y haciéndolo estable y predecible. Mestizaje. La coordinación espontánea de las subjetividades personales actuantes. La Ley Natural como base de esa coordinación unificadora.
6.- ECONOMÍA NATURAL. A modo de conclusión del capítulo VIII
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
NOTA DEL AUTOR
Sólo unas breves líneas iniciales para señalar que esta obra es el trabajo de investigación que presenté como tesis doctoral en el Departamento de Derecho Público I de la Facultad de Ciencias Jurídicas y de la Administración en la Universidad San Pablo Ceu y que llevaba por título el de Justicia y Economía en Francisco de Vitoria, Domingo de Soto y Tomás de Mercado. Proyecciones y paralelismos actuales en Friedrich A. Hayek. Una interpretación y aproximación.
Dicha tesis –en la que actuó como tutor el profesor Dr. D. José Ignacio Gorospe- fue dirigida por el profesor Dr. D. José Luis Pérez de Ayala y López de Ayala y se defendió en septiembre de 2004. El Tribunal encargado de juzgarla estuvo presidido por el profesor Dr. D. Ernesto Lejeune Valcárcel -Catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad San Pablo Ceu- y compuesto por los profesores Dr. D. Eugenio Domingo Soláns –Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid-, Dr. D. Carlos Rodríguez Braun –Catedrático de Historia del Pensamiento Económico de la Universidad Complutense de Madrid-, Dr. D. Jesús Huerta de Soto –Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos- y Dr. D. Enrique Fernández Herrero –Profesor Agregado de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad San Pablo Ceu- que actuó como Secretario. Obtuvo la calificación de Apto cum laude. Y más tarde fue Premio Extraordinario.
Lo único que he corregido del texto son las erratas que descubrí y que me fueron sugeridas, así como algunos pequeños cambios puntuales de estilo y redacción. El resto en lo fundamental lo he incorporado en su integridad, incluidos los agradecimientos y la Introducción. Sólo he reducido muchas de las citas de otros autores, tanto en el texto como a pie de página. Lo que sí que se incorpora como novedad es el Prólogo del Académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación Excmo. Sr. Dr. José Luis Pérez de Ayala y López de Ayala, director de la tesis. Además de estar en deuda con él por tantas otras razones, le estoy muy agradecido también por haber aceptado prologar este trabajo de investigación.
La tardanza en la entrega del original a la imprenta ha hecho posible y obligado que con gran dolor y emoción tenga que hacer mención aquí del fallecimiento en este último año de tres personas muy queridas y admiradas por mí –también por su altura intelectual y humana- y las tres protagonistas de alguna forma en su relación con este trabajo de investigación : Eugenio Domingo Soláns, Juan Pérez de Tudela y Bueso, y Rafael Termes Carreró. Agradecido por tantas enseñanzas recibidas, descansen en paz.
Justicia y Economía en Francisco de Vitoria, Domingo de Soto y Tomás de Mercado. Proyecciones y paralelismos actuales en Friedrich A. Hayek. Una interpretación y aproximación.



