6.- Un  futurible y un futuro

6.- Un  futurible y un futuro

Todo lo anterior hubiera sido posible pensar en el siglo XIX, sobre todo por los responsables eclesiásticos, si se hubiera seguido el ejemplo de intelectuales clarividentes como Chateaubriand, Tocqueville o Manzoni. Pero eso es, naturalmente, un futurible[33]. En cambio, para el futuro posible es apropiado seguir el ejemplo de los análisis de esos intelectuales, que nunca condenaron los nuevos tiempos en bloque, sino que supieron distinguir y matizar.
La religión, que es lo más dulce que le puede ocurrir al corazón humano, tiene que ser mostrada en su belleza, fuera de cualquier intransigencia, sin el menor atisbo de fanatismo. Chateaubriand sabía hacerlo: “En la vida, pesada en su balanza más ligera, regulada en su medida más corta y limpia de todo engaño, sólo hay dos cosas verdaderas: la religión junto con la inteligencia, y el amor con la juventud, es decir, lo venidero y lo presente: lo demás no vale la pena”[34].
Este aprecio por la religión no es el de un hombre que se ha movido en los ambientes de la beatería. A los 30 años, en 1798, muere su madre. Hasta entonces se había despreocupado por completo de la religión de su niñez. Luego contará: “El recuerdo de mis extravíos llenó de amargura sus últimos años. Al morir, encargó a una de mis hermanas que me devolviese a la religión en la que había sido educado, y mi hermana me remitió los últimos deseos de mi madre. Cuando la carta me llegó, atravesando los mares, mi misma hermana había dejado de existir, había muerto también por las secuelas de su prisión. Estas dos voces salidas de la tumba, esa muerte que servía de intérprete a la muerte, me hirieron. He vuelto a ser cristiano. Convengo en que no he cedido a grandes luces sobrenaturales: mi convicción ha salido del corazón: he llorado y he creído”[35].
[33] Se usa a veces  incorrectamente el término futurible en el sentido de futuro; en realidad significa un futuro que no se dio pero que se hubiese dado en el caso de que se hubieran juntado determinadas condiciones.
[34] Memoires…, p. 349.
[35] Memoires…, p. 364.

Revolución, mundo moderno, cristianismo y libertad

Historia de un equívoco

                                                                 Rafael Gómez Pérez