JAPÓN – Asia

JAPÓN Asia Japón (en japonés, 日本, Nippon /ɲippoꜜɴ/ o Nihon /ɲihoꜜɴ), oficialmente el Estado del Japón, es un país insular de Asia Oriental ubicado en el noroeste del océano Pacífico. Limita con el mar de Japón al oeste y se extiende desde el mar de Ojotsk en el norte hasta el mar de China Oriental y Taiwán en el sur. Es parte del… Seguir leyendo JAPÓN – Asia

THE ZERO-SUM ERROR 

The opinion that in life, and specifically in the economy, when someone gains someone else loses, that nobody can prosper unless another or others are unsuccessful, is widespread even among those of us who should be experts in these issues. What is gained by those who win has to be equal to that which is lost by those who lose, and so only zero-sum phenomenon are produced.

I believe, however, that the general regressive nature of this conduct hasn’t been set forth sufficiently clearly. Faced by criticism, the response has always been that economic policies based on the zero-sum exerted a re-distributive effect in society;  and that they favoured, in short, the poorest and most marginal sectors of the population, to the detriment of the highest incomes. It is on this point where I disagree.

The core of the potentiality of economic science and its responsibility, is in convincing and applying that conviction consistently, that economic phenomenon are rarely zero-sum.  The most habitual is that they are positive-sum or also, and here lies the risk of a mistaken policy, negative-sum. An action will be positive-sum when all gain or, at least that which is gained is more than what is lost by those who lose. It will be negative-sum when all lose, or also if what is gained falls short of the amount lost.

I greatly fear that the vision of economic policy with zero-sum results is in the philosophy of many general and concrete outlines of budgets nowadays, in certain pressures of socio-economic agents and in many of the reflex actions of our daily life.  This type of attitude is restrained, for example, in the majority of collective agreement negotiations; in the simple act of bringing out an insinuation about the suitability of an ‘iron law’ for profits and in the entrepreneurial obsession with prejudice of wage rises without taking into account individual productivity. It is also restrained in the false dichotomy, raised so many times over the years, between the so-called social costs and investment costs (as if investment costs weren’t social or as if the social costs, well oriented, could not be considered as investment in human capital); in the attempts to force a regional redistribution by decree; in the general controversy over whether the public sector should increase or reduce its protagonism in economic life; etc. 

The radical contradiction entrepreneur-employee, rich-poor, good-bad, friend-enemy, native-foreigner continues to prevail, despite being an already obsolete interpretation.  It is assumed that what one gains the other necessarily loses.

Economic reality and experience, on the contrary, indicate that on the majority of occasions both have common interests.  The most fitting policy consists of being capable of generating positive economic synergies and avoiding negative ones.  It is necessary to substitute, in short, the Darwinian conception of competition (according to which the survival of the fittest implies the disappearance of others), for a vision more in tune with reality, in which competition is formed as a system of dynamic collaboration in the course of which all participants benefit.  I sincerely believe that a lot of energy has been wasted in deciding who were the guilty ones and in arguing over unimportant issues. I trust that there will be a reaction in time and the Spanish economy doesn’t end up like the fable about hounds and greyhounds.

The previous remarks indicate the usefulness of remembering, to conclude, Shackle’s deep and challenging affirmation: “The future is not discovered, it has to be created”.  If the government’s attitude, and the rest of the economic agents, is to trust in the determinist error that the simple passing of time improves the previous situation, we could reach a point of difficult return.  The longer it takes us to escape from the negative spiral in which we are immersed,  the more painful it will be to renounce such passive trends in order to begin to walk along the path of positive synergies.  Everyone will gain if we change the general orientation…and there will be no winners or losers.

LA TEORÍA DE LAS SIETE Y MEDIA

La economía personal e interpersonal y, por lo tanto, también los mercados, tienen una gran similitud con los juegos de mesa o al aire libre y con los juegos deportivos. Jesús de Garay ha escrito incluso un libro sobre El juego del mercado publicado por Díaz de Santos donde hace reflexiones altamente interesantes: el mercado es un sistema en el cual todos los participantes lo son porque les da la gana y en donde si no hay beneficio para los jugadores y el público, no se juega; promueve también de manera especial que todos se enriquezcan; es fundamental que las reglas estén claras para todos los jugadores y que todos se comprometan a aceptarlas; si la publicidad de las reglas falta, o si falla la igualdad en su aplicación, entonces no hay libertad para realizar los intercambios, sino violencia por parte de algunas personas que monopolizan el juego… etc. Del entramado de reglas de cada juego distinto se pueden sacar enseñanzas de hondo calado. Veamos el caso del juego de las siete y media.

Como bien saben ustedes, en ese juego de cartas gana quien más se aproxime a esa cifra mágica teniendo en cuenta que la sota, el caballo y el rey tienen el valor de medio punto. Repartida una primera carta a todos los participantes, cada uno va pidiendo más cartas hasta que se queda o se pasa, de tal forma que con un as se puede incluso ganar, puesto que los demás, aun estando en mejor posición de partida, no es difícil que se pasen. La ambición excesiva puede perdernos queriendo alcanzar el óptimo de las siete y media. Las posibilidades de triunfar son ascendentes a medida que nos acercamos a la cima, pero con un traspiés imprudente nos precipitamos en el abismo del fracaso.

No pocos procesos económicos y decisiones de la conducta humana tienen un parecido altamente llamativo. Pensemos, por ejemplo, en el grado de implantación del Estado del Bienestar. Un pequeño colchón para amortiguar las desgracias de la vida, nadie, ni siquiera el mas ultraliberal de los liberales, lo pone en duda. Un poco más puede ser también conveniente y se puede exigir una contribución tributaria coactiva razonable y proporcionada en base a lo que viene llamándose, falsamente, paz social. Podemos seguir acrecentando, pero, en este caso, no sabemos a ciencia cierta dónde está el óptimo y es fácil que nos pasemos porque la inercia nos arrastra una vez iniciado el proceso. Es más, seguro que en Europa y en España nos hemos pasado y por eso es fácil que perdamos en el juego internacional global. Si nos pasamos de la raya, aumentan los parados, los inválidos, los desfavorecidos, los pobres, los marginados, los analfabetos, los agricultores desvalidos, los jornaleros del PER antiguo y nuevo; los pensionistas piden cada vez más; los subvencionados también exigen más porque sus razones, sean las que fuesen, siempre son las más importantes y urgentes; todos piden más sanidad y educación gratuitas, más parques públicos, más infraestructuras sin pagar aparentemente un duro… etc. Las fuentes de financiación se estremecen; la deuda aumenta y hay que pagarla compitiendo en los mercados de capitales con tipos de interés más atractivos para los rentistas de aquí, de acullá y de allende los mares; la iniciativa personal y empresarial se marchita y se pasa al otro bando, a los que cobran de los demás. Nadie arrima el hombro. Nos hemos pasado de las siete y media. En la revancha, que quizás se nos dé, hay que tener la lección bien aprendida y quedarnos un poco alejados del abismo para triunfar.

La utilidad que nos reporta el uso y consumo de bienes y servicios tiene un comportamiento parecido: un poco de vino en las comidas es muy saludable, un vaso también, un poco más empieza a ser peligroso; si nos pasamos, la borrachera trastorna toda nuestra actividad y perdemos con seguridad meridiana. Comprar un paraguas por si llueve, bien; dos, también, tal vez tres; pero si no somos coleccionistas ¿para qué más?; la utilidad marginal puede llegar a ser negativa; podemos pasarnos. Un poco de sal en las comidas o un rato de descanso en la televisión, bien, un poco más, quizás también, pero conviene moderar y diversificar. Invertir en tal o cual valor en la Bolsa o en este o aquel plan de pensiones, bien; invertir más ahí porque confiamos, mejor; pero, ¡cuidado!, no pasarse. Conviene apostar sólo con lo prescindible y, además, mas bien poco a varios posibles ganadores que obsesionarnos con uno. Conducir atortugados con nuestro coche, malo, hay que avivar la marcha, también para no molestar; incluso, si el asunto lo requiere podemos acelerar, pero, ¡atención!, no pasarse, los excesos se pagan y la teoría de las siete y media nos lo vuelve a recordar. Un poco de orden, vale; un poco más puede valer; pero la enfermedad monomaniática y perfeccionista nos amenaza. Escribir en Word, usar una base de datos, una hoja electrónica sofisticada, conectarse a internet vía infovía, conviene. Pasarse nos puede convertir en mecanos de silicio que hablan en bits, engullen kbytes, ven chiribitas electrónicas y, en el fondo, no saben de la vida ni hacer la “o” con un canuto.

«In medio virtus» decía el clásico. Tengo entendido que Aristóteles escribió la Ética a Nicómaco jugando a las siete y media en el Aerópago griego. Aprendamos.

JJ FRANCH

Isaiah – Chapter 13

The Bible – Old Testament Isaiah Chapter 13 1 An oracle concerning Babylon; a vision of Isaiah, son of Amoz. 2 1 Upon the bare mountains set up a signal; cry out to them, Wave for them to enter the gates of the volunteers. 3 2 I have commanded my dedicated soldiers, I have summoned my warriors,… Seguir leyendo Isaiah – Chapter 13

 Capítulo I –  Economía política en libertad. Principios. – Apartado 1 – Economía Política

CRISIS ECONÓMICAS Y FINANCIERAS.  CAUSAS PROFUNDAS Y SOLUCIONES ÍNDICE  Capítulo I ECONOMÍA POLÍTICA EN LIBERTAD. PRINCIPIOS.  APARTADO 1  Economía Política   El nombre de Economía Política es empleado por primera vez en 1615 por Antoyne de Montchrétien para referirse a una ciencia eminentemente normativa encaminada a dar un criterio de actuación al hombre de Estado, y… Seguir leyendo  Capítulo I –  Economía política en libertad. Principios. – Apartado 1 – Economía Política

Cruz de Ferro

Cruz de Ferro La Cruz de Hierro, o de Fierro en asturiano, se encuentra situada en los Montes de León a pocos kilómetros del pueblecito de Foncebadón. Es uno de los puntos más significativos del Camino de Santiago por separar las comarcas de Astorga y el Bierzo. Levantada a 1.500 metros de altura, consiste en… Seguir leyendo Cruz de Ferro