Domingo de Soto – Nace en Segovia en 1495

Domingo de Soto.  Nace en Segovia en 1495 y muere en Salamanca el 15 de noviembre de 1560. Teólogo y jurista español; restaurador, junto con Vitoria de la Teología, y propulsor del movimiento científico español del siglo XVI. En lo jurídico representa la cristalización del derecho de gentes: príncipe de los juristas del Renacimiento, en… Seguir leyendo Domingo de Soto – Nace en Segovia en 1495

«Faltábanme aún muchas cosas, entre ellas, agujas, alfileres e hilo, así como una azada, un pico y una pala para cavar y transportar tierra.»

«La falta de tales herramientas me obligaba a trabajar con gran lentitud, y así, tardé cerca de un año en terminar totalmente la empa­lizada. Las estacas de que se componía pesaban mucho y harto traba­jo me costaba moverlas; necesité tanto tiempo para cortarlas en el bosque, darles forma, y sobre todo, para conducirlas hasta mi mora­da, que una sola me costaba a veces dos días, tanto el cortarla como el transportarla, y un tercer día el hincarla en el suelo».

DEFOE, Robinson  Crusoe, Orbis, Barcelona 1988, p. 55.

El trabajo se ocupa de «agentes naturales» para crear capital que luego se utiliza para multiplicar la productividad en colaboración con la tierra y el trabajo. Aunque el capital es creación previa del trabajo, una vez que existe es empleado por el trabajo para incrementar la producción.

Murray N. Rothbard, Historia del Pensamiento Económico. Volumen II: La economía clásica. Madrid: Unión Editorial, 2000; pp. 42

«La gran mutación que me obsesiona es el tránsito de las fuerzas biológicas a las fuerzas físicas… La materia se consideraba pasiva; pero es esta nueva pasividad  la que se convierte en  nueva fuente de movimiento: una revo­lución en la idea humana de naturaleza.

Ni el ingenio chino ni, más próximo a nosotros, el ingenio italiano del siglo XVI fueron capaces de poner al servicio de su inventiva las fuerzas liberadas de la mate­ria,»

(La civilización de la potencia, Editorial Magisterio Español, pp. 20-21).

«La especie humana, que ya poseía la soberanía del reino animal, franqueó los límites que la fuerza biológica ponía a sus proyectos y se lanzó a empresas inauditas para las que creía contar con posibili­dades ilimitadas. Esta desaparición de los límites ha modificado no sólo la existencia y las instituciones humanas,  sino el espíritu, la con­ciencia que la especie humana tiene de sí misma».

DE ]OUVENEL, op. cit., p. 31.

En las teorías macroeconómicas generalmente aceptadas, los procesos circulares input-output, donde el nuevo output se convierte en bien intermedio y en input para una nueva unidad económica, quedan truncados precisamente en la familia. Los consumos familiares, siguiendo a Carl Menger, fundador de la cada vez más influyente Escuela Austríaca, se convierten en bienes de primer orden, es decir en bienes finales que transmiten derivadamente su valor a los bienes intermedios de segundo, tercer, cuarto orden…etc. Quedan ordenados así los distintos bienes según la relación causal respecto a los bienes de primer orden.

En la economía real, no teórica, la norma es la norma que nos marcan los apremios de la naturaleza humana y, por tanto, la única lógica es la lógica de la naturaleza humana. Esa norma y esa lógica marcan las dosis, combinaciones, formas, calidades y medidas de los distintos bienes y servicios; y a producir esos bienes y servicios últimos con esas dosis, combinaciones, formas, calidades, proporciones y medidas se adecuan los distintos medios de producción en cada etapa productiva.

«Podemos entender entonces la economía como ese proceso dinámico, acumulativo y expansivo en valor que consiste en la transformación ordenada de la materia generación tras generación de cara a una vida mejor y proporcionadamente más adecuada para el mayor número de personas.  Es esa lucha constante por erradicar la pobreza en todos sus aspectos. Éste es uno de los grandes objetivos que la humanidad está tratando de alcanzar desde los siglos originales perdidos en el tiempo.»

Crusoe debe producir antes de poder consumir. Sólo respetando esta secuencia le es posible el consumo. En este proceso de producción,  de transformación, el hombre moldea y modifica el entorno natural para sus propios fines, en lugar de verse simplemente determinado, como los animales, por este entorno.

Murray N. Rothbard, La ética de la libertad, Pág. 61.
 La transformación económica del mundo en los últimos doscientos años es conocida por todos, pero no suficientemente apreciada. El libro de Adam Smith ‘Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones’ proclamó en 1776 las ventajas de la economía de mercado, de la libertad para producir bienes, cambiarlos y consumirlos, y sus efectos beneficiosos fueron de una magnitud de la que pocos se dan cuenta.                
Antes de 1776 la vida de la gran mayoría de los hombres era corta, pobre y dura. En Europa, las hambres y las pestes barrían las naciones cada treinta años aproximadamente. En Francia, en vísperas de la Revolución, el ochenta por ciento de las familias destinaban a pan el noventa por ciento de sus ingresos. Y Francia era entonces el país más rico del mundo. Los viajeros europeos que se atrevían a visitar las tierras de Asia y África encontraban allí manifestaciones de miseria más intensas que las que estaban acostumbrados a ver en sus países.
 La visión de la realidad económica anterior al siglo XVIII está deformada por las obras de arte de aquel tiempo que han sobrevivido: los palacios, las pinturas, las esculturas, los muebles, las joyas. Pero estas maravillas eran la consecuencia de unas diferencias de rentas entre las personas muy superiores a las actuales. Tales obras de arte las disfrutaban solamente una pequeña minoría de la población. La mayor parte de los hombres y mujeres pasaron por el mundo consumiendo muy poco y sin dejar rastro de su miseria.
 Las ideas de  Adam Smith tuvieron general aceptación, los gobiernos inspiraron sus leyes en ellas y sus resultados fueron asombrosos.  En Inglaterra los salarios reales doblaron entre 1800 y 1850 y volvieron a doblar entre 1850 y 1900. Al mismo tiempo, en el siglo XIX, la población inglesa se cuadruplicó. En Estados Unidos la libertad económica, juntamente con la libertad política y la democracia, fueron proclamadas principios de la vida del país desde su  independencia, e hicieron de él el más rico estable y poderoso del mundo. En las demás naciones existió un estrecho paralelismo entre la intensidad de la aplicación de la economía de mercado y la rapidez de su desarrollo económico. Estos procesos han continuado hasta hoy, a través de crisis y alternativas: la libertad política, la libertad económica, la estabilidad social y el bienestar popular han ido casi siempre juntos. La intervención del Estado en la economía, la tiranía, el desorden y la revolución han estado también asociados.
Lucas Beltrán, Op. cit., pp. 234-235

LA CONSTRUCCIÓN DEL PARAÍSO: ESPAÑA Y LOS INDIOS  DE AMÉRICA – José Luis Orella

LA CONSTRUCCIÓN DEL PARAISO: ESPAÑA Y LOS INDIOS  DE AMÉRICA Introducción El descubrimiento de América es uno de los grandes acontecimientos de la historia universal y escribe a España como una de las naciones cuna de civilización. La monarquía española controlará extensos territorios, que en el siglo XVIII abarcarán desde Alaska hasta la Araucania. Sin… Seguir leyendo LA CONSTRUCCIÓN DEL PARAÍSO: ESPAÑA Y LOS INDIOS  DE AMÉRICA – José Luis Orella