22/07/2022 – Viernes de la 16ª semana de Tiempo Ordinario. Santa María Magdalena. – Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9 Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9 R. Mi alma está sedienta de ti, mi Dios. Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. R. R. Mi alma está sedienta de ti, mi Dios. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. R. R. Mi alma está sedienta de ti, mi Dios. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos. R. R. Mi alma está sedienta de ti, mi Dios. Porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. R. R. Mi alma está sedienta de ti, mi Dios. Relacionado