Salmo: Sal 5, 2-3. 5-6. 7 – Aleluya Sal 118, 105 Salmo: Sal 5, 2-3. 5-6. 7 R. Atiende a mis gemidos, Señor. Señor, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, haz caso de mis gritos de auxilio, Rey mío y Dios mío. R. R. Atiende a mis gemidos, Señor. Tú no eres un Dios que ame la maldad, ni el malvado es tu huésped, ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R. R. Atiende a mis gemidos, Señor. Detestas a los malhechores, destruyes a los mentirosos; al hombre sanguinario y traicionero lo aborrece el Señor. R. R. Atiende a mis gemidos, Señor. Aleluya Sal 118, 105 R. Aleluya, aleluya, aleluya. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. R.
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