LA CARCOMA ESPECULATIVA Y FRAUDULENTA

          Mientras realizaba una lectura profesional me encontré por casualidad con algunos comentarios incisivos y clarificadores que, ante la avalancha de noticias preocupantes en los últimos tiempos, concentradas en el mundo del negocio fácil y del fraude por informaciones y poder privilegiados,  no he podido resistir la tentación de transcribir. Es preciso y urgente que todos hagamos examen de conciencia sobre las repercusiones que tales conductas pueden ocasionar en la credibilidad y potenciación del sistema económico general. No sólo del sistema financiero.

          Se trata de la obra crucial de John Maynard Keynes,  no catalogable precisamente como liberal, titulada «Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero» Publicada por primera vez en 1936. Allí se explica que el estado de confianzaes un asunto al que los hombres prácticos conceden la atención más estrecha y preocupada siendo uno de los principales entre los factores que determinan la eficiencia marginal del capital, que es igual que la curva de demanda de inversión.

          Más adelante distingue entre el espíritu de empresa y la especulación. La palabra empresa o espíritu de empresa se reserva para la tarea de prever los rendimientos probables de los bienes por todo el tiempo que duren. La especulación en cambio se da cuando alguien que compra una inversión está poniendo sus esperanzas, no tanto en su rendimiento probable como en un cambio favorable en las bases convencionales de valoración. A medida que mejora la organización de los mercados de inversión, comenta también Keynes, aumenta el riesgo del predominio de la especulación.

          Tras definir estos conceptos Keynes escribe: «El objeto real y particular de la mayor parte de las inversiones de los expertos, hoy día, es «ganar la delantera» (to beat the gun), como dicen los norteamericanos; ser más listo que el vulgo, y encajar la moneda falsa o que se está depreciando a otra persona»   Más adelante se puede leer: «Los especuladores pueden no hacer daño cuando sólo son burbujas en una corriente firme de espíritu de empresa; pero la situación es seria cuando la empresa se convierte en burbuja dentro de una vorágine de especulación. Cuando el desarrollo del capital en un país se convierte en subproducto de las actividades propias de un casino, es probable que aquél se realice mal.»

          Embarcados siempre en el gran reto de competitividad a nivel mundial, huelgan comentarios.

Todos nuestros doctores estuvieron por el libre mercado y, en especial y de manera explícita, Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Luis de Molina y Tomás de Mercado declararon que el precio moralmente justo no es el precio de coste, sino el formado de acuerdo con la oferta y la demanda, con exclusión de violencia, engaño o dolo, y siempre que haya suficiente número de compradores y vendedores, es decir, en ausencia de situaciones de monopolio, que estos doctores tenían por un crimen.

Rafael Termes Carreró, “Humanismo y ética para el mercado europeo”,en Europa, ¿mercado o comunidad? De la Escuela de Salamanca a la Europa del futuro. Publicaciones Universidad Pontificia, Salamanca, 1999, p. 33.

El cálculo económico de individuos, empresas e instituciones se realiza a través del dinero. A través del dinero se canalizan las necesidades y objetivos de los consumidores finales, estableciéndose determinados coeficientes de precios relativos entre los bienes. Cuando aumenta la cantidad de dinero disponible, el poder adquisitivo de la unidad monetaria decrece o, dicho más claramente, significa que con los mismos euros o dólares se pueden adquirir menos cosas que antes. Algunos estudiosos de la Economía prefieren por eso llamar inflación a ese aumento de la cantidad de dinero disponible en vez de la acepción más común y extendida que se refiere a la generalizada subida de los precios. Esta es, en efecto, la consecuencia necesaria y aquélla, la causa que lo produce. El objetivo básico, tanto económico como financiero, y también laboral, es, por lo tanto, controlar y hacer que la inflación disminuya. Los grandes desastres históricos han estado habitualmente precedidos de distorsiones y crisis económicas consecuencia de los procesos inflacionistas. La peor enfermedad monetaria y económica es la inflación.

      

   La ética en general, como la virtud ética de la justicia, no consiste en dar, cumplir obligaciones, tomar decisiones de ahorro, realizar inversiones o repartir cosas en base a los fríos datos impersonales que nos transmiten los índices o los innumerables conjuntos funcionales. La responsabilidad ética, por ejemplo, de quienes toman determinadas decisiones en una entidad financiera tiene que mirar por las consecuencias concretas sobre los accionistas, sobre los trabajadores específicos, sobre los depositantes o clientes con  sus originales peculiaridades. Para considerar el comportamiento ético en los mercados financieros el capital debe ser tratado no como una simple cosa neutral sino como algo cuya concreción depende de la decisión responsable de determinadas personas que lo aportan al logro de distintos objetivos empresariales. Detrás de todo índice y detrás de cada activo financiero y de toda concreción del capital hay que ver personas.

JJ Franch

Inflación e innovación tecnológica. La creatividad y la innovación son deflacionistas – Anticipando la crisis desde el TDC

1.3.- INFLACION E INNOVACION TECNOLOGICA. LA CREATIVIDAD Y LA INNOVACION SON DEFLACIONISTAS. Es un error pensar que la inflación de un 1, 2, 3 ó 4% en los países desarrollados actualmente carece de importancia ya que el crecimiento del PIB también es significativo. Creo que esto es un error precisamente por el factor innovación tecnológica.… Seguir leyendo Inflación e innovación tecnológica. La creatividad y la innovación son deflacionistas – Anticipando la crisis desde el TDC

El valor económico de los actos del sujeto tiene su origen y explicación en la satisfacción de las necesidades humanas y, en función de la utilidad que proporcionan los bienes o servicios producidos por tales actos, se refleja, más o menos perfectamente, en los precios de mercado de dichos bienes y servicios. El valor psicológico y el valor ético de los actos humanos son valores subjetivos, es decir, expresan realidades que se producen en el interior de las personas y, en consecuencia, no pueden ser objeto de mercado, pero, para la mejora tanto de las personas como de las instituciones, que, al fin y al cabo, son obra de las personas, es absolutamente necesario que estas realidades sean de signo positivo.

Rafael Termes Carreró,Humanismo y ética para el mercado europeo”,en  Europa, ¿mercado o comunidad? De la Escuela de Salamanca a la Europa del futuro. Publicaciones Universidad Pontificia, Salamanca, 1999, p. 39

Respecto al precio de las cosas no se atiende a la naturaleza de las mismas, cuando entre la cosa que se  vende y la que se compra no existe ninguna proporción, pues son de diversa especie, sino que se atiende a la estimación y convenio común de los hombres…Queda pues que el precio de la cosa ha de ser buscado en la común estimación de los hombres.

 Además el dinero varía según los diversos tiempos y lugar; lo que, sin embargo, no ocurriría si por naturaleza del dinero existiese un precio del mismo dinero, es decir, tanto valor.

 Se sigue de este principio que donde quiera se halla alguna cosa venal de modo que existen muchos compradores y vendedores de ella, no se debe tener en cuenta la naturaleza de la cosa, ni el precio al que fue comprada, es decir, lo caro que costó y con cuantos trabajos y peligros.

Francisco de Vitoria (1483-1546) Comentarios a la II-II de la Summa Theologica de Santo Tomás Questio 77, art. 1 Texto que proviene de Restituto Sierra Bravo, El pensamiento social y económico de la Escolástica, Madrid, 1975, pp. 603-605.

LA LIBERTAD DE LA ECONOMÍA HUMANA

LA LIBERTAD DE LA ECONOMÍA HUMANA La vida humana está siempre encadenada a la libertad. Necesaria y continuamente tiene que elegir entre un amplio abanico de alternativas variopintas ya que cada  persona es un universo de vivencias experimentadas, un cosmos original de interpretaciones de la realidad circundante en todos y cada uno de sus instantes… Seguir leyendo LA LIBERTAD DE LA ECONOMÍA HUMANA

«Lo que un descubridor descubre es un conocimiento de cuya misma ignorancia no era anteriormente consciente. Por ejemplo, descubrir una palabra nueva es descubrir una palabra que uno mismo no sabía que no supiera que existía. Descubrir el significado de una palabra, si uno sabe que ignora su significado, es descubrir que el conocimiento de ese significado está disponible de un modo que uno no sospechaba, es decir, que uno mismo no sabía que no supiera lo fácil que era encontrar su significado.»

Israel M. Kirzner.Creatividad, Capitalismo y Justicia Distributiva. Nueva Biblioteca de la Libertad 12. (Madrid: Unión Editorial, S.A. 1995). p. 73