No sé si un terremoto cercano e inesperado asolará mi hogar

No sé si un terremoto cercano e inesperado asolará mi hogar cuidadosamente forjado día a día; desconozco si mis hijos encontrarán un camino abierto y pacífico entre la jungla de la vida futura; ignoro si cualquier día una ola tormentosa de codicia exasperada acabe provocando una siniestra pobreza en donde antes se nadaba en la abundancia; creo ser consciente de la vastedad de mi nada ignorante y, por eso, me concentro con serena fortaleza en pelar esta naranja jugosa y navideña para darla, contemplando la escena, a los ojos chispeantes del pequeño que, más ignorante aún pero más sabio, corretea alegre por el pasillo del hogar.