LA CREACIÓN DEL INSTANTE (MEMORIAS) – QUINCE

LA CREACIÓN DEL INSTANTE
(MEMORIAS)

QUINCE

Hipocresía del rezo embriagador que puede derivar en pereza física y mental.

Reír llorando y amanecer durmiendo.

Sólo mucho después de acontecido, o quizás nunca, se reconoce lo decisivo y original de cierta circunstancia, de tal gesto, de aquel grito o de aquel silencio.

Donar la Tierra. La economía es eso.

El valor brota del suelo mirando al cielo.

La palabra no tiene más ser que el darse.

No ideas fijas. Sólo conviene la idea fija de la libertad, porque es lo menos fijo, lo más flexible, lo más rico y pleno de matices.

En la confianza del amigo encuentras siempre la energía viva y el descanso necesario para acelerar y acompasar la marcha al ritmo sereno y activo de la paz.

En aquel instante único de circunstancias irrepetibles, y sin saberlo ni quererlo, el altavoz del Opel Astra canta aquella melodía inesperada que despierta sueños dormidos y afanes antiguos siempre nuevos.

¡Cuánto tiempo perdido, y cuantas energías pisoteadas por la obsesión curiosa y morbosa de mirar atrás buceando en las miserias malolientes propias y ajenas, con el peligro de acabar convertidos en estatuas de sal!

LA CREACIÓN DEL INSTANTE
(MEMORIAS)